mis amorosa y sacrificadas vecinas

A mis veinte años recibo mi título y una oferta de trabajo en una ciudad del sur de mi país, en verdad el entorno era precioso, pero estaba a más de 14 horas en bus de mi casa familiar y me sentía temeroso y solo.
No encontraba donde residir, por lo pequeña y poca visitada cuidad, no había hospedería ni residenciales, solo algunas personas arrendaban una habitación con desayuno incluido por una noche.
Tome una y en la empresa me dicen que ellos poseen un terreno contres cabañas de las cuales hay dos ocupadas por familiares y dos de sus obreros quedando una la mas pequeña de una habitación en donde estaba en un rincón el dormitorio separados por el baño la cocina- comedor, y que me lea cederían sin pago por lo pequeña y su ubicación al final del predio con un canal cercano de regadío, con buena cantidad de agua circulando y a veces por llevar piedras resonaba un poco.
Acepte encantado por el precio, gratis. Al llegar a ella en verdad era pequeña, pero para mí, bastaba.
Compartía el predio con dos familias de obreros de la compañía un poco alejadas de la mía. Una la de un capataz de la reparación de líneas, con su señora Matilde 39 años, dos hijas de 14 y de 11 años; la otra ocupada por maquinista de mantención de motores en líneas de de alto voltajes casado con Jessica de 35 años con tres hijos dos mujeres de 11 y 5 años además de un varón de 8 años, esta hembra era coqueta y estaba molesta por estar en una zona tan apartada y aburrida.
Al comienzo no se comunicaron mucho conmigo, pero luego supieron que era el Ingeniero Técnico en Mantenimiento Industrial y Metalurgia de esa usina, ahí me saludaban y me atendían con algunos regalos cuando hacían pan o pasteles algunos me llegaban a casa, por algo era el tercer jefe de la usina.
Pasadas unas semanas comenzamos con los turnos eran tres diarios de 7 a 15 horas, de 15 a 23 horas y el nocturno de 23 horas a 7 horas de la mañana siguiente… sus esposos tenían ambos un mismo horarios de turnos, no así yo que tenía variado al de ellos.
Un día llego a eso de las 8 de la mañana y Jessica iba con sus hijos al jardín infantil uno y los otros al colegio, me dice si deseo algo del pueblo cercano que me lo puede traer, le solicito si me puede comprar cecinas y carne para el almuerzo y huevos para el desayuno, me dice que los huevos me los proporcionara ella de sus gallinas y sale cuando le paso el dinero.
Vuelve como a las dos horas después tipo 10 de la mañana estaba tan cansado que me había acostado y como hacía calor estaba con unos pantalones de tenis cortos y sin nada más cuando le abro al golpear ella…, me mira sorprendida mi físico y entra para entregarme mis productos y el dinero sobrante…, le digo páguese de los huevos, ella me dice que son una donación a tan joven y apuesto jefe y que ella debería pagarme por mostrarle un cuerpo atlético y joven, dan deseo de manosearlo dice, que la detiene le digo aproveche, estoy a sus prácticas y técnicas, me mira sonriente y dice…, soy casada luego usted lo habla con mi marido y este se encoleriza y se ofusca, pagando yo los disgustos de este y sus represiones.
Cree acaso que soy un parlanchín digo, soy un caballero y este sabe callar… me mira sonríe y se acerca tomándome mis nalgas diciéndome…, esto lo mejor no me lo muestra…, dejo caer mis pantaloncitos y quedo totalmente desnudo, diciéndole ahora usted debe mostrare lo hermoso de su cuerpo que se aprecia de los mejores…, y saco su blusa.., oye dice soy madre de tres niños, déjame, pero no retrocede…, bajo el cierre de su falda cayendo esta al suelo…, me mira con unos ojazos gigantescos, que haces reclama, la tengo en su lencería sexy interior, pero no retrocede…, aprovecho de tomarla por la cintura y con una mano bajo sus bragas.., retrocede un poco y veo su bien cuidada vagina con solo una delgada hilera de vellosidades vaginales, suspirando activada y aguijoneada con un fuerte suspiro, eres hermosa digo como debe gozar tu marido cuando te posee, goza el me dice, pero yo a veces quedo con mis ganas al no saber penetrarme, como anoche, me dejó excitada y empachada con mis orgasmos. Ahora tú estas excitándome y enloqueciéndome con tus manoseos, si vas a hacer algo hazlo o… déjame irme…, la abrazo y la llevo a mi cama acondicionándola en ella, luego me recuesto sobre ella y comienzo a besar y chupar sus senos sacando su brasier, su sostén de mamas, gime y se sacude en la cama, su cuerpo se encorva incitada y provocada, mis labios bajan a su delgada línea de vellos y los succiono para luego ingresar mi lengua entre sus labios genitales…, como brama y se estremece, grita y remece la cama al moverse inducida para acoplarse a mi cuerpo entrándole la cabeza de mi pene entre sus pliegues vaginales, siente este glande hinchado lleno de músculos y venas arañando sus paredes vaginales y grita entusiasmada al ser empotrada por mi pene, jadea suspirando alocadamente, menea su trasero descaradamente al sentirme sobre ella, nos acomodamos ambos en la cama y el sentir el cuerpo de esta mujer que admiraba por su bonito cuerpo, sentir su calor, sentirla respirar me provocó y estimuló aguijoneándome en mis deseos de poseerla a esta hembra que había satisfecho varias noches a su marido… ahora sería mía, lentamente mis piernas se juntaron a las de ella, ella no me rechaza y no se altera, me aproximo a su cuerpo, era exquisito sentir sus senos apretados a mi pecho…, esto excita aun mas a mis hormonas y mi pene se endurece y desarrolla estimulado aún más, Jessica siente esa daga clavarse entre sus piernas… me mira sorprendida, pero sus ansias son mas poderosas y se acomodan mas apretada a mi cuerpo y mi pene esta entre sus piernas entrando a su vagina, ella lo siente y se estimula abriéndose de piernas permitiendo a mi musculoso y desarrollado miembro a comenzar su penetración en su vagina, el crujir de mi cama ayudaron a que ella se entregara sin reclamos al susto de estos ruidos que la ponían nerviosa, para no sentirlos se acurruca en mis brazos permitiéndome penetrar mi pene hasta el fondo de su matriz, luego no sintió ruidos de nada, solo sentía placer de ser nuevamente mujer utilizada por un macho que la deseaba y ella gemía y siseaba alborozada al ser ágilmente ensartada, no sintió ruidos de cama o externos solo sentía la respiración del macho poseyéndola y ella alborotada excitada resistiendo las duras penetraciones del apareamiento dado por su semental, cuanto placer le daba y cuando siente que este vacía sus leches en ella, esta gime y grita activada por el delicioso coito le estaban entregando y sus piernas crispadas apretaban por la espalda a su amante, su nuevo macho, su nuevo marido que la saciaba de sus angustias y deseos carnales. Se abría lo que mas podía de piernas para no ser mal tratada y sus brazos se colgaban del cuello del macho que la forzaba y exigía a su vientre placeres que ella con delicia y gustosa entregaba para saciarlo y satisfacerse… de pronto siente la llegada de sus orgasmos y con gemidos y gritos se los entrega a este amante muchacho, este si sabía saciarla. Luego el relajo…, quince minutos después se viste y sale de la cabaña eran casi las once horas y no había echo nada en su casa. Solo había sabido aparearse con su nuevo macho y jefe de su marido.
Entra en su casa y rápidamente comienza a prepara el almuerzo y comienza el aseo de su casa entre en su cabaña su vecina y amiga Matilde, diciéndole que hacías en la cabaña del joven ingeniero, aunque por tus gemidos y resoplas parece que te inserto y encajo deliciosamente su pene en tu matriz…, dime ¿es bueno como amante?
Jessica la mira y contesta de primera, me satisfizo como años no me satisfacían, ahora te ruego silencio y no hables de lo que viste y sentiste… con una condición dice esta… ¿Cuál? Jessica pregunta…, ahora iré yo a cohabitar con él y tu cubrirás mis espalda, si algo viene tocas la lata que los niños tienen colgada para llamarse y sale excitada y deseosa de sentirse penetrada por ese brioso arrebatador y arrogante macho.
A los quince minutos Jessica se aproxima a la cabaña de su nuevo amante y escucha los alterados ruidos, gemidos y ayees que Matilde emite al ser penetrada con placer por este reproductor, gozando con gusto las clavadas de este en su vientre.
Media hora después aparece por la cabaña de Jessica agotada y en trance aún, diciéndole, no es delicioso, es tremendo ser la mujer de este indócil y joven maltratador de vaginas…, otro día iré por más.
Seis meses lleva este tentador de desventura apareándose con estas hembras, estas no saben decir no y han pagado ser tan golosas embarazándose ambas con tanto semen en sus matrices…, pero no por estar creciendo sus vientres por el embarazo han abandonado las visitas a la cabaña de este semental y lo visitan ahora casi a diario. Este de alguna manera se las discurría y satisface a ambas mujeres.